sábado, 18 de diciembre de 2010

RUBIOS, PULIDOS SENOS DE AMARANTA

Rubios, pulidos senos de Amaranta,
por una lengua de lebrel limados.
Pórticos de limones, desviados
por el canal que asciende a tu garganta

Rojo, un puente de rizos se adelanta
e incendia tus marfiles ondulados.
Muerde, heridor, tus dientes desangrados,
y corvo, en vilo, al viento te levanta

La soledad, dormida en la espesura,
calza su pie de céfiro y desciende
del olmo alto al mar de la llanura.

Su cuerpo en sombra, oscuro, se le enciende,
y gladiadora, como una ascua impura,
entre Amaranta y su amador se tiende

Rafael Alberti (Cal y canto, 1929)

sábado, 11 de diciembre de 2010

Insomnio

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este
nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los
perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando
como un perro enfurecido, fluyendo como la leche
de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole
por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta
ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en
el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?

Dámaso Alonso

viernes, 3 de diciembre de 2010

Donde habite el olvido

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda

martes, 23 de noviembre de 2010

EL LÍMITE

Basta. No es insistir mirar el brillo largo
De tus ojos. Allí, hasta el fin del mundo.
Miré y obtuve. Contemplé, y pasaba.
La dignidad del hombre está en su muerte.
Pero los brillos temporales ponen
Color, verdad. La luz pensaba, engaña.
Basta. En el caudal de luz – tus ojos – puse
Mi fe. Por ellos vi, viviera.
Hoy que piso mi fin, beso estos bordes.
Tú, mi limitación, mi sueño. ¡Seas!

(Poemas de la consumación, 1968)
Vicente Aleixandre.

jueves, 11 de noviembre de 2010

No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

martes, 26 de octubre de 2010

¡QUÉ SERIA ERES, MUJER!

Tan seria como un discurso sin gestos,
como ojos caídos.

Como una mano prisionera en el bolsillo.

Sólo la sonrisa resquebraja la cáscara,
la rompe en añicos.

Y tú estás dentro.


Marián

lunes, 4 de octubre de 2010

Si yo pudiera morder la tierra toda...

Si yo pudiera morder la tierra toda
y sentirle el sabor sería más feliz por un momento...
Pero no siempre quiero ser feliz
es necesario ser de vez en cuando infeliz para poder ser natural...
No todo es días de sol
y la lluvia cuando falta mucho, se pide.
Por eso tomo la infelicidad con la felicidad.
Naturalmente como quien no se extraña
con que existan montañas y planicies y que haya rocas y hierbas...
Lo que es necesario es ser natural y calmado en la felicidad o en la
infelicidad.
Sentir como quien mira. Pensar como quien anda,
y cuando se ha de morir,
Recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda.
Así es y así sea.
Fernando Pessoa
Versión de Teodoro Llorente

lunes, 19 de julio de 2010

LA SALVAJE ESPERANZA

Eramos dioses y nos volvieron esclavos.
Eramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de lata.
Eramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras.
Eramos felices y nos civilizaron.
Quién refrescará la memoria de la tribu.
Quién revivirá nuestros dioses.
Que la salvaje esperanza sea siempre tuya,
querida alma inamansable.

Gonzalo Arango Arias (1931-1976)

jueves, 3 de junio de 2010

Dentro del agua



(2000)


Por dentro del agua
transparente
llena de luz, me deslizo.
El suelo de arena, luminoso,
está aquí, veo bandadas
de peces diminutos,
todos ellos con un brillante
punto azul, me maravillan.
Veo otros más grandes,
lentos, curiosos, me miran.
Otros son ínfimos,
casi no se ven.
Me asusto con las algas
de un verde color marrón,
me estremezco con los huecos
misteriosos entre las rocas,
paseo, busco, huyo.
Me asombro o temo.

El suelo de arena luminoso
está aquí, veo puntitos brillantes.


De pronto, sin querer,
al avanzar entretenida
mirando hacia otro lado
me encuentro
¡de pronto!
con el escalofriante corte
sobre el fondo abisal.
¡Pánico! ¿qué hay allí?
El verdor indefinido
se va haciendo negro.
Por el fondo hay misterios increíbles,
pero no los puedo ver.

Quiero retroceder al plácido
fondo de arena,
vuelvo, pero......¡No!
Tengo que bajar al verdor
misterioso, debo explorar.
Y es aterrador.


Susto, soledad, silencio.
Serenidad.

Sal.


Rayos de sol, verdosos,
sueltos entre la oscuridad,
erizos rojos, blancos, malvas
en la pared de roca.
El fondo oscuro, invisible
.............escalofriante..............

¡Sensación de pavor!!

Huyo a toda velocidad
hasta recuperar el escalón
claro y arenoso, con sus pececitos,
sus algas acechantes,
sus piedras hirientes.


Pero en ese fondo verde
enorme, invisible que hay
ante mí, en ese cristal
oscuro, misterioso, inmenso, está
¡la mayoría! del mar, mi ensenada
plácida era sólo la orilla,
un pequeño trozo,
precioso, pero no total.


Estoy en el borde de ese fondo
que me atrae y me asusta.

No sé si entraré en él
al fin, sin acordarme
de ese jardín marino
donde he vivido.

Al menos
puedo ver la pequeñez, la trivialidad
el encanto de ese mundo limitado
cuyas rocas antes me aterraban,
cuyas algas antes me ahuyentaban,
cuyos bordes oscuros ni siquiera conocía.

Al menos
puedo sentir la atracción
de ese fondo absoluto,
inmenso, total, enorme,
desconocido, que presiento,
donde quizá me pierda
ínfima, desaparezca,
me funda en pequeñas
partículas de arena.


*

Ballena Oceánica

jueves, 13 de mayo de 2010

Plástico azul


Plástico azul
toldo tendido sobre el patio

Inmenso cuadrado
entre mi edificio y el vecino

A través de mi ventana
la discusión:

- ¡Es un plástico!
¿Cómo va a ser?... ¡tan azul!

¿Cómo dicen que es el cielo?


Marián

viernes, 7 de mayo de 2010

BEATRIZ


Estabas en las estrellas
arropada por la luz
y la belleza-
estabas en las miradas
en la cuna de la primavera
entre olas y arena.
Estabas entre los besos.
Rodeabas con tu manita los abrazos,
habitabas en los sueños,
merodeabas silenciosa por los recuerdos,
paseando tu piel entre mis manos.
Llegaste…
con los ojitos llenos de noticias,
tornasolados, inquietos, dulces…
Deprisa…
acurrucando tu cuerpo frágil
de estrella, de luz… entre mis brazos.
Sonreíste
y la corriente cósmica selló
todos nuestros besos,
se alinearon los planetas,
se abrazaron las estrellas.
Mi pequeña: entretejida en destellos,
mi estrella entrelazada.
Se desbordó mi amor
cuando llamaste a mi puerta
y, expectante, te abrió mi vida.
* * * * * * * *
Para Beatriz, que nació de mí.
Luisa Díaz

viernes, 30 de abril de 2010

Dos poemas

Que por mayo, era por mayo,
cuando aprieta la calor
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuando es de día
ni cuando las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.

Romance del prisionero. Anónimo


Mira, ha entrado mayo,
ha extendido su párpado azul sobre el puerto.
Ven, hace tiempo que no sé de ti,
se te ve tembloroso, como esos gatitos que ahogamos siendo niños.
Ven, y hablaremos de las cosas de siempre,
del valor que tiene ser amable,
de la necesidad de arreglárselas con las dudas,
de cómo llenar los huecos que tenemos dentro.
Ven, siente en tu rostro la mañana,
cuando estamos tristes todo nos parece oscuro;
cuando estamos fuertes, el mundo se desmigaja.
Cada uno de nosotros guarda algo desconocido de las vidas ajenas,
sea un secreto, un error o un gesto.
Ven y pondremos verdes a los vencedores,
saltaremos desde el puente riéndonos de nosotros mismos.
Contemplaremos en silencio las grúas del puerto,
porque estar juntos en silencio es
la mejor prueba de la amistad.
Vente conmigo, quiero cambiar de país,
dejar este cuerpo mío a un lado
y meterme contigo en una concha,
con nuestra pequeñez, como los bígaros.
Ven, te espero,
continuaremos la historia interrumpida hace un año,
como si no tuvieran un círculo más
los abedules blancos de la ribera.

Mayo. Kirmen Uribe.

jueves, 22 de abril de 2010

La fascinación de las aguas

Inmerso en el silencio,
reposada en el agua la mirada,
sobre el ojo tibio de cristal
esperanzas y ausencias arrojadas.

Hojas caídas, flores sin abrir,
ramas un día desgajadas,
sin horas y al fin quietas,
en el dormido espejo remansadas.

Tersa piel no estremecida,
que en sus reflejos de plata,
hunde el ayer en el olvido
y el mañana en la ignorancia.

Ni cesa, ni transcurre;
ni se agota, ni pasa.
Transparencia caída del cielo,
en la palma de la tierra estancada.

Ahogar el instante y sus barruntos,
el momento y sus recuerdos.
Ahogar la presencia del presente;
Beber pulso, latido y aliento.

En el silencio sumido,
sumergida en el agua la mirada,
buscando la faz de la vida,
emerge el rostro de la nada.

Carlos Castillejo

domingo, 18 de abril de 2010

MEDIANOCHE DEL 1º DE MAYO EN MANHATTAN


Salí a caminar sobre el cemento ensombrecido por las farolas a medianoche
del 1° de mayo pasando el oscurecido escaparate de un bar,
la policía encontró cadáveres bajo su suelo el año pasado, prostitutas &
Cadillacs acechantes en la Primera Avenida
al otro lado de la manzana de mi apartamento, había bajado por los periódicos
de la noche
la reja del escaparate de la tienda de reparación de refrigeradores con su
candado, luz fluorescente
azul sobre un montón de periódicos, sus páginas agitándose en el frío viento
de la Primavera en torno a machacadas latas & bolsas de basura de plástico
apoyadas unas contra otras al borde de la acera
viento viento y antiguas noticias navegaban por el aire, un viejo Times sobre
la basura
En la esquina de la 11 bajo una débil farola en un agujero en el suelo
un hombre envuelto en ropa de Trabajo y Gorra de lana encasquetada sobre
su cráneo de obús
se erguía & se agachaba con una vara & una linterna dando vueltas en su
pozo medio hundido en la tierra
Oteando sus pies, metido hasta el pecho en el asfalto junto a una Acera de
granito
donde su compañero de trabajo metía un tubo flexible por un diminuto
agujero, un joven de manos enguantadas
que respondió a mi pregunta «Olor a gas -alguien debe haber dado aviso»-
Sí, el hedor corporal de las entrañas de la ciudad, tubos en descomposición a
seis pies bajo tierra
Podría explotar en cualquier minuto detonado por el ocioso jadeante camión
de Con Ed
que vi aparcado, mientras pasaba apresuradamente Pensando en la Antigua
Roma, Ur
Eran ellos así, los mismos sombríos inspectores & transeúntes
inscribiendo registros de tuberías en descomposición & de montones de Basura
sobre Mármol, En Cuneiforme,
ciudadano habitual de medianoche en la calle buscando Noticias del Imperio,
Rumores, chismorreos, obreros, policías de uniforme, caminando en silencio
absortos en sus pensamientos
bajo ventanas de durmientes apareados con pulpos Monstruosos & ojos
Extraplanetarios en sus sábanas
en la misma noche de seis mil años de edad donde las Ciudades se alzan &
caen & se convierten en sueños.

6 am 1978

De "Oda plutoniana"
Allen Ginsberg

viernes, 16 de abril de 2010

El balón de futbol


Tener un balón, Dios mío.
Vamos a los Arenales:
Qué planeta de fortuna.
cinco hectáreas de desierto,
cuadro y recuadro del puerto.
Qué olor la Tabacalera.
-Suelta ya el balón, Incera.
-No somos once. -No importa.
Si no hay eleven hay seven.
Qué elegante es el inglés:
decir sportman, team, back;
gritar goal, córner, penalty.
(Aún no se ha abierto el Royalty.)
-Marca tú la portería:
Textos y guardarropía.
-Somos siete contra siete.
Un portero y un defensa,
dos medios, tres delanteros;
eso se llama la uve.
Y a jugar. Vale la carga.
Pero no la zancadilla.
Yo miedo nunca lo tuve.
(Una brecha en la espinilla).

Ya se desinfla el balón.
Sopla tú fuerte la goma.
Ata ya el cuero marrón.
El de badana en colores
déjase a los menores
para botar con la mano.

-Mañana a la Magdalena
a jugar contra el "Piquio".
Y al "Plazuela", desafío.

Tener un balón, Dios mío.

Gerardo Diego

lunes, 5 de abril de 2010

Rosa Fría, Patinadora de la Luna y Malva-Luna-de-Yelo



Ha nevado en la luna, Rosa-fría.
Los abetos patinan por el yelo;
tu bufanda rizada sube al cielo,
como un adiós que el aire claro estría.
¡Adiós, patinadora, novia mía!
De vellorí tu falda, da un revuelo
de campana de lino, en el pañuelo
tirante y nieve de la nevería.
Un silencio escarchado te rodea,
destejido en la luz de sus fanales,
mientras vas el cristal resquebrajando...
¡Adiós, patinadora! El sol albea
las heladas terrazas siderales,
tras de ti, Malva-luna, patinando.
.......
Las floridas espaldas ya en la nieve,
y los cabellos de marfil al viento.
Agua muerta en la sien, el pensamiento
color halo de luna cuando llueve.
¡Oh, qué clamor bajo del seno breve,
qué palma al aire el solitario aliento!
¡Qué témpano, cogido al firmamento,
el pie descalzo que a morir se atreve!
Brazos de mar, en cruz, sobre la helada
bandeja de la noche; senos fríos,
de donde surge, yerta, la alborada;
¡oh piernas como dos celestes ríos,
Malva-luna-de-yelo, amortajada
bajo los mares de los ojos míos!


De: Marinero en tierra
Rafael Alberti

jueves, 18 de marzo de 2010

Qué inefable

Qué inefable si todo fuese tan sublime
como dar con los ojos del cielo,
cubrir el rostro de sol y nubes,
dejar correr estrellas, lunas entre los dedos.

Qué sublime si todo fuese tan patético
como dar ojos a la vil Parca,
cubrir rostro sin carne con huesos,
dejar correr la vida breve entre los dedos.

Qué poético si todo fuese tan sentido
como dar los ojos a tu cuerpo,
cubrir mi rostro en tus abrazos,
dejar correr tu sudor y piel entre los dedos.

Qué poético si todo fuese tan medido
como decir que la vida es sueño
y los sueños mariposa
y la mariposa un sabio chino
y el sabio chino la palmada de una mano,
que se deja caer entre los dedos.

Pero que efable y prosaico es todo,
que el cielo no mira
que el cielo es sólo cielo;
que la muerte no es mariposa
que la muerte es sólo muerte;
que tú no eres un sabio chino
que tú eres tú,
no palmada de mi deseo.

Sí, que efable, prosaico y poco medido:
bajo un cielo sólo cielo
un cuerpo sólo huesos
una muerte sólo muerte
de ese otro tú,
que son ellos.

Carlos Castillejo

lunes, 15 de marzo de 2010


Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco de la tristeza.

Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.

Si tu acercas tu boca inagotable
hasta la mía, bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.

Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo
me reduce a la sombra.

Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.

No te alejes jamás:
Los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite.
Y yo la imagen
de mí feliz, que tú me has dado.


José Ángel Valente

martes, 9 de marzo de 2010

Retorno de la invariable poesía


¡Oh poesía hermosa, fuerte y dulce,
mi solo mar al fin, que siempre vuelve!
¿Cómo vas a dejarme, cómo un día
pude, ciego, pensar en tu abandono?

Tú eres lo que me queda, lo que tuve,
desde que abrí a la luz, sin comprenderlo.
Fiel en la dicha, fiel en la desgracia,
de tu mano en la paz,
y en el estruendo triste
de la sangre y la guerra, de tu mano.

Yo dormía en las hojas, yo jugaba
por las arenas verdes de los ríos
subiendo a las veletas de las torres
y a la nevada luna mis trineos.
Y eran tus alas invisibles, era
su soplo grácil quien me conducía.

¿Quién tocó con sus ojos los colores,
quién a las líneas contagió su aire,
y quién, cuando el amor, puso en su flecha
un murmullo de fuentes y palomas?
Luego, el horror, la vida en el espanto,
la juventud ardiendo en sacrificio.
¿Qué sin ti el héroe, qué su pobre muerte
sin el súbito halo de relámpagos
con que tú lo coronas e iluminas?

¡Oh, hermana de verdad, oh compañera,
conmigo, desterrada,
conmigo, golpeado y alabado,
conmigo, perseguido;
en la vacilación, firme, segura,
en la firmeza, animadora, alegre,
buena en el oído necesario, buena
y hasta feliz en la melancolía!
¿Qué no voy a esperar de ti en lo que me falte
de júbilo o tormento? ¿Qué no voy
a recibir de ti, di, que no sea
sino para salvarme, alzarme, conferirme?
Me matarán quizás y tú serás mi vida,
viviré más que nunca y no serás mi muerte.
Porque por ti yo he sido, yo soy música,
de los juncos, vocablo de la mar, estribillo
de las más simples cigarras populares.
Porque por ti soy tú y seré por ti sólo
lo que fuiste y serás para siempre en el tiempo.

Rafael Alberti

viernes, 5 de marzo de 2010

PARA VIVIR NO QUIERO


Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».

Pedro Salinas

martes, 2 de marzo de 2010

El valioso tiempo de los maduros

“Conté mis años y descubrí,
que tengo menos tiempo
para vivir de aquí en adelante,
que el que viví hasta ahora...

Me siento como aquel chico
que ganó un paquete de golosinas:
las primeras las comió con agrado,
pero, cuando percibió
que quedaban pocas,
comenzó a saborearlas profundamente.

Ya no tengo tiempo
para reuniones interminables,
donde se discuten estatutos,
normas, procedimientos
y reglamentos internos,
sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo
para soportar absurdas personas
que, a pesar de su edad cronológica,
no han crecido.

Ya no tengo tiempo
para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones
donde desfilan egos inflados.

No tolero a maniobreros
y ventajeros.

Me molestan los envidiosos,
que tratan de desacreditar
a los más capaces,
para apropiarse de sus lugares,
talentos y logros.

Detesto, si soy testigo,
de los defectos que genera
la lucha por un majestuoso cargo.

Las personas no discuten contenidos,
apenas los títulos.

Mi tiempo es escaso
como para discutir títulos.

Quiero la esencia,
mi alma tiene prisa....

Sin muchas golosinas en el paquete...

Quiero vivir al lado
de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca,
con sus triunfos.
Que no se considere electa,
antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo
andar del lado de la verdad
y la honradez.

Lo esencial es lo que hace
que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente,
que sepa tocar el corazón
de las personas….

Gente a quien los golpes
duros de la vida,
le enseñó a crecer
con toques suaves en el alma.

Sí…. tengo prisa…
por vivir con la intensidad,
que sólo la madurez
puede dar.

Pretendo no desperdiciar
parte alguna de las golosinas
que me quedan…
Estoy seguro
que serán más exquisitas,
que las que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final
satisfecho y en paz
con mis seres queridos
y con mi conciencia.

Espero que la tuya sea la misma,
porque de cualquier manera
llegarás.."

Mario de Andrade

sábado, 27 de febrero de 2010

LA TIERRA


Soy
flor de trébol
anémona marina, erizo
centro de girasol, zarzamora.....
Todos mis pétalos
tentáculos, púas
semillas, drupas
son, somos lo mismo
crecemos a la vez
danzamos, bailamos
con las corrientes, el viento
la dermis inquieta.
Su (mi) forma de moverse
(movernos) maravilla (dibuja)
la textura de mi piel:
suave plumosa
bailante venenosa
rugosa resbalosa
tierna reflejante.
Tú eres yo, mi pétalo.
Yo soy tú, mi púa
aquel es tentáculo y mío
esas mías son semillas
os siento como mi vida
glóbulos de la mora,
mundo redondo, erizado
de mentes, de ojos
de sentires. Somos y soy
tú, eres y sientes yo
son y lloramos él, luchan
por ti, por mí, mueren
y mueres, duele
mi corazón.

Flor de trébol, mundo
erizo, la tierra, que pincha
y teme
anémona, reino
animal, todo lo mismo
girasol, cápsula llena de nosotros
que no podemos salir
y brillamos, ligeramente mates
en este círculo
zarzamora, mundo azul
al alcance de los dientes
para ser triturado
atomizado
desaparecido.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Now sleeps the crimson petal


Now sleeps the crimson petal, now the white;

Nor waves the cypress in the palace walk;

Nor winks the gold fin in the porphry font:

The firefly wakens: waken thou with me.


Now droops the milkwhite peacock like a ghost,

And like a ghost she glimmers on to me.


Now lies the Earth all Danae to the stars,

And all thy heart lies open unto me.


Now slides the silent meteor on, and leaves

A shining furrow, as thy thoughts in me.


Now folds the lily all her sweetness up,

And slips into the bosom of the lake:

So fold thyself, my dearest, thou, and slip

Into my bosom and be lost in me.


Lord Tennyson


(DUERME EL PÉTALO CARMESÍ

Duerme ahora el pétalo carmesí, también el blanco.
No ondulan los cipreses en la senda del palacio
ni la aleta dorada brilla en la fuente de pórfido.
Despierta la luciérnaga. Despierta tú conmigo.

Ahora sueña el blanco pavo real como un fantasma
y también como un fantasma resplandeces en mí.

La tierra entera, como Danae, a las estrellas
se expone, como se expone tu corazón a mí.

Ahora en el silencio resbalan los astros, dejan
un surco brillante, como tu pensamiento en mí.

Ahora repliega ya el lirio toda su dulzura
y al oscuro fondo del lago se va deslizando.
Así que repliégate también tú, mi amor, y duerme
en mi fondo, y piérdete entero dentro de mí.)
.
Lord Tennyson
.
(Traducción de Mar -dentro de mis escasas posibilidades-. He tenido que prolongar la medida de los versos de once a quince ¡el inglés tan parco y el español tan extenso!, así como permitirme algunas licencias para la buena sonoridad, métrica, y sentido. Agradecería cualquier corrección o sugerencia)

lunes, 8 de febrero de 2010

AMOR

Gritos que silban los labios de los muertos
Son voces que susurran al oído de un loco
¿Te crees que no lo sé?

El dolor que resulta de abrazar a una joven
Son las crestas del gallo de pelea en la mano
Lo he visto alguna vez

Los besos de un jardín frondoso y fértil
Son protección, caricias de una madre.
Eso no lo recuerdo.

Gritos que silban los labios de los muertos
Son dolor que resulta de abrazar a una joven
Son besos de un jardín frondoso y fértil.

Elvira

lunes, 1 de febrero de 2010

Insomnio


GERARDO DIEGO

Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo,
y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño, y por el mar las naves.

En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.

Saber que duermes tú, cierta, segura
—cauce fiel de abandono, línea pura—,
tan cerca de mis brazos maniatados.

Qué pavorosa esclavitud de isleño,
yo, insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.

lunes, 25 de enero de 2010

Dia do mar no ar


Por fin encontré la versión original en portugués ¡qué misterio el de los traductores!



Dia do mar no ar, construído

Com sombras de cavalos e de plumas.


Dia do mar no meu quarto- cubo

Onde os meus gestos sonâmbulos deslizam

Entre o animal e a flor como medusas.


Dia do mar no ar, dia alto

Onde os meus gestos são gaivotas que se perdem

Rolando sobre as ondas, sobre as nuvens.


Sophía de Mello Breyner

miércoles, 20 de enero de 2010

Día de mar

Día de mar en el cielo, hecho
de sombras y caballos y plumas.

Día de mar en mi cuarto-cubo
donde mis movimientos sonámbulos se deslizan
entre animal y flor, como medusas.

Día de mar en el mar, alto día
en que mis gestos son gaviotas que se lanzan
en espiral sobre las nubes, sobre la espuma.


Sophía de Mello Breyner

domingo, 17 de enero de 2010

Mi océano


Un cristal verde me abraza

lanzando suspiros de placer.



Sólo él ama de este modo.



Mar

jueves, 14 de enero de 2010

Vencejos


En el tormentoso instante del amanecer

En el receloso tiempo

Estas hoces en el maíz.


De repente todo grita tan alto

como ningún oído puede escalar.


Philippe Jaccottet

miércoles, 13 de enero de 2010

El ahora


Es un amanecer de invierno.
Lluvia, desolación.

Trenes pasando sin parar
hacia la gris tersura del pasado
fugaces, sin fin.

Sólo la extraña marquesina
con su remate en lis
recorta el vacío.


Mar

martes, 12 de enero de 2010

El juego inoportuno de caminar despacio

Viene de pisar charcos
y la cara le escuece
con lágrimas de sal y babas del desboque

Un día le explicaron
que las calles un día
comienzan a observar y te señalan.

Qué rápido aprendió
El juego inoportuno
de caminar despacio y secarse la cara.

Empezó la partida
simuló confianzas
y ahora cuando salta, va mirando hacia atrás.

Elvira

sábado, 9 de enero de 2010

Collage poético irreverente ripioso y de rima tonta.
Título: “Teresa la de Jesús y Juana la de Bernardo”
Subtítulo: “¡No! a la violencia de género”

Vuestra soy, para Vos nací,
¿qué mandáis hacer de mí?

Esposo no le impusieren,
que entre varios pretendientes,
ella misma le eligiere.
“Encontrele tan apuesto,
tan galán, tan educado...”
Que su anular siempre presto
calzó el anillo dorado.

¡Qué sino cegó sus ojos!
¡Qué velo, veló su razón!
que al corazón eclipsado
volviole loco de amor.
Así, del nos... pasó al vos:
pues del todo me rendí,
¿qué mandáis hacer de mí?

Caricias de hábiles manos
fueren puños golpeando,
y allá donde oyere insultos
creyó arrepentidos llantos.
Cabizbaja le implorole,
a la sazón, mil perdones:
¡cabal pues es, “mea” culpa entone!

Vuestra soy, para Vos nací.
¡Vete! ¡Corro!¡Escapo!
¡Vuelve!¡Voy!¡Aguanto!
¿Qué mandáis hacer de mí?
Vuestra soy, pues me criastes,
vuestra, pues que me sufristes,
vuestra, pues no me perdí.

“Admito vuestras enmiendas
pues culpable sola soy
de las vuestras ebriedades,
de la mía displicencia.
Si vida amarga os procuro,
justa moneda es de vuelta
recibir reprobaciones.

Pegadme, pues, fiel marido
¡Pegadme! Quedaré quieta,
hasta que mi sangre apague
el fuego de mi soberbia.
Permiso os doy, juez vos sois,
¡matadme! si por amor
lo dicta vuestra conciencia”.

Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición;
dulce Esposo y redención,
pues por vuestra me ofrecí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Teresa, por amor divino,
y por humano amor, Juana,
sufrieren mismo destino:
¡mala muerte y desatino!
Qué da más, ser Santa o Mártir,
cilicios que bofetadas:
¡Amor que desgarra el alma!

Loca en cama y visionaria,
y en el suelo y desangrada,
la de Bernardo y Jesús
con diferencia de siglos
quedaren primas hermanas.
¡Ya basta!¡Sí! ¡Basta ya!
¡Sí!¡Basta ya!¡ Ya basta!


La Paya Pagana & Teresa de Jesús, Santa.

jueves, 7 de enero de 2010

Sol naciente


Rotos los sueños
es el amanecer:
el mundo acecha.

Mar

miércoles, 6 de enero de 2010

Nanopoesía

¡¡¡Desanúdate!!!



MácAndela

martes, 5 de enero de 2010

SOLA en el ruido
de las voces llenas de huecos
que escupen gritos sin palabras
SOLA rajada
de risas que se arrastran quebradas
y tropiezan con lagrimas de piedra
que caen de sus gargantas
SOLA clavada
de espinas en espirales
las luces me violan
como el humo por las fosas nasales
SOLA pisada
de huellas ajenos
los carros llenos de muertos que
nunca paran
PERDIDA desnuda
de caracola también grito
dentro del carro, sola.

Carmen G. Valderas