lunes, 4 de octubre de 2010

Si yo pudiera morder la tierra toda...

Si yo pudiera morder la tierra toda
y sentirle el sabor sería más feliz por un momento...
Pero no siempre quiero ser feliz
es necesario ser de vez en cuando infeliz para poder ser natural...
No todo es días de sol
y la lluvia cuando falta mucho, se pide.
Por eso tomo la infelicidad con la felicidad.
Naturalmente como quien no se extraña
con que existan montañas y planicies y que haya rocas y hierbas...
Lo que es necesario es ser natural y calmado en la felicidad o en la
infelicidad.
Sentir como quien mira. Pensar como quien anda,
y cuando se ha de morir,
Recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda.
Así es y así sea.
Fernando Pessoa
Versión de Teodoro Llorente

2 comentarios:

  1. Difícil la sencillez, el ritmo es como el andar pausado ¿cómo se llega a ese equilibrio? Equiparar el mirar y el respirar.

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  2. Lo genial de la sencillez es que no es pensada, es, coherentemente, sencilla. El andar innato tiene un ritmo pausado, alterna la felicidad con la infelicidad, como si cualquier cosa. Un pie y luego otro pie, los caminos se bifurcan incansablemente, los pies no, siempre van juntos y acuerdan un camino. A pesar. Cuando uno anda, piensa y cuando piensa, mira por donde anda. Lo importante es no parar, ni con los pies ni con el pensar y siempre mirando. Andar, sentir, pensar, mirar, se unen al final del camino. La alternancia de ser feliz e infeliz es lo natural, es lo que imprime vida. De felicidad se muere y se muere de infelicidad, porque no es natural. Da unas fiebres horribles. Y si no respiras se te cierran los ojos y te mueres, eso es así de toda la vida.

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