domingo, 20 de diciembre de 2009

Mercante


Qué contraste en su cuerpo incongruente
enfrenta siempre esa proa orgullosa
y aquella popa redonda, mimosa
que se desliza detrás, complaciente

recorriendo mares eternamente
con la maldición tenaz, azarosa,
que cruza los rumbos bajo la Osa,
desde el derrotero hasta la rompiente.

Oscuros flancos densos, indefensos,
que rozan rocas arrecifes barras
remotos litorales, resonantes.

Atesorará al fin en los inmensos
fondos, ya sin bitácora ni amarras,
corales y gorgonias deslumbrantes.

J.

2 comentarios:

  1. De nuevo un colaborador desconocido. Quisiera agradecerte J tus colaboraciones en nombre de la página. Salud, Ramón.

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